domingo, 26 de septiembre de 2010

Besos



Los besos son increíbles. Los besos no se roban, los besos se ofrecen, se regalan, se imponen, se niegan. Los besos no se palpan, pero se sienten. No se tocan pero dan calor. No se ven pero se perciben.
Los besos no existen por sí solos, debe haber dos para que estén.
Están los besos aéreos también, que se cree que tienen rumbo autodirigido.
Pero los besos sólo existen por un destino, no existen los besos a nada y muchas veces nos olvidamos de ese detalle. Tampoco existen los besos robados, nunca vi a nadie que robara un beso, pero sí gente que los consiguiera.

Los besos son sorprendes, sin intención de ambas partes no pueden nacer ni existir ni perdurar. Pero así como los besos son fruto de dos, los besos son portadores de sentidos. Sentidos del creador y sentidos del receptor. No siempre coincidentes.
Hay besos regalados y hay besos de cumplidos. Hay besos por compromiso, hay besos para socializar y hay besos pasionales. Los más bellos de la vida creo que son los regalados y recibidos. Los que salen emocionados hacia un cachete y hasta provocan grandes sonrisas y abrazos y los que llevan un acoplado de amor y lujuria. Estos últimos pueden confundirse pero siguen siendo los mas bellos, son los que provocan chispas en el aire, mariposas en la panza y movilizan todo el cuerpo. Estos son muy especiales porque solo existen por consentimiento y deseo, nunca pueden ser mentirosos, sólo nacen del placer y la confianza.