Años sin ver novelas, más que capítulos al azar para tomarlos con burlas y ataques de críticas. Llenos de esas tontas soñadoras que se ahogan en un vaso de agua cuando es tan simple saber lo que tienen que hacer. Años pensando de donde salían tantas exageradas historias, y personajes histéricos y dubitativos, malos y buenos y lo peor televidentes que los seguían. Hasta que la realidad me demuestra que las tontas novelas, de sufridas con finales felices son el sueño de mucha gente, no se si todos ellos infelices o vacíos, pero son la satisfacción de quienes sueñan una aventura o vida de emociones.
Quedara en cada uno llenar nuestras vidas metiéndonos en otras, o hacernos los sufridos para luego sentirnos heroicos. De todos modos nunca se sabe si esas parejas perfectas duran para siempre o tienen luego los mismos problemas que todos en el día a día. Al final de querer ser la mujer principal cuando empieza el día a día se quiere ser la nueva protagonista de la otra novela para seguir vivenciando la lucha, la pasión y la novedad. ¿Cuándo dejó de dar risa la situación del otro frente a dos caminos de la vida?
